domingo, 25 de septiembre de 2011

EL PODER CREATIVO DEL SONIDO

Ciertos avances y resultados científicos recientes indican lo que los sabios conocían miles de años atrás; el sonido guarda la clave de los misterios del universo, El sonido puede crear y cambiar la materia. Y puede ocasionar cambios espirituales y materiales en nuestras vidas. 

Sabemos que el sonido puede ser una espectacular fuerza de destrucción. Una nota muy aguda puede hacer añicos una copa de cristal, un estampido supersónico puede agrietar una pared de yeso, un disparo puede provocar una avalancha. No obstante, el sonido también es una fuerza constructiva, como los médicos y los especialistas en salud están descubriendo cada día. El ultrasonido (sonido de muy alta frecuencia) se está usando para desinfectar heridas hasta para diagnosticar tumores o pulverizar cálculos del riñón. Algún día incluso podrá usarse para introducir medicamentos en le cuerpo, haciendo que las inyecciones con aguja caigan en desuso. 

Actualmente los científicos están investigando los efectos del sonido en el cerebro . Piezas de música clásica de composiciones como Bach, Mozart y Beethoven tienen una serie de efectos positivos, entre ellos el aumento de coeficiente de inteligencia y de la memoria, así como la aceleración en el aprendizaje . Algunos especialistas en medicina alternativa están experimentando con el uso de tonos específicos para la curación de órganos. 

Un grupo de monjes benidictinos descubrieron un beneficio inesperado del uso del sonido al entonar cantos gregorianos, al parecer sus cantos energizaban sus cuerpos. 

... Durante cientos de años, los monjes benidictinos habían mantenido un riguroso horario, solo dormían unas pocas horas cada noche y cantaban entre seis y ocho horas al día. Cuando un nuevo abad cambió el horario, redujo las horas de canto, los monjes estaban cansados y letárgicos . Cuando más dormían mas cansados parecían estar. 

En 1967, se le pidió a al Alfred Tomatis, un físico francés, psicólogo y especialista en el oído, que averiguara lo que pasaba. lo que halló fue que los monjes en realidad habían cantado para recargarse. Se introdujo el canto, junto con un programa de audiciones de sonidos estimulantes y en poco tiempo los monjes recuperaron la energía para volver a su horario normal. 

Se imaginan ustedes el poder que tienen en el decreto a través de la palabra hablada (sonido) y si al decretar escuchan música de su compositor favorito piénsenlo... 

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