Los decretos, como las plegarias son peticiones a Dios. Pero, aún más que ello, son mandatos para que se manifieste la voluntad de Dios. Cuando se pronuncia un decreto, se está ordenando cientìficamente la Luz de Dios que entre en nuestro mundo mediante un cambio alquímico. Se le está pidiendo a Dios que haga que esta luz y sus ángeles actúen para que se lleve a cabo una transformación personal y mundial.
Muchos se preguntan...porqué es necesario pedir a Dios, ayuda. ¿Acaso no es omnisciente? ¿Acaso no conoce ya nuestros problemas y cómo hacerse cargo de ellos?
De acuerdo a la Leyes de Dios, Él y sus representantes celestiales no intervienen en asuntos humanos a menos que se lo solicitemos específicamente. Cuando Dios nos creó, nos dió libre albedrío, y Él respeta ese libre albedrío. Imaginen la tierra como si fuese un gran laboratorio en el que Dios nos dio libertad para experimentar y evolucionar. Si no nos hubiera dado libre albedrío y no nos permitiera experimentar los resultados buenos y malos de nuestros actos, no seriamos capaces de aprender de las lecciones que nos da la vida, ni de crecer a partir de ello.
Los maestros aconsejan se den los decretos de manera asidua, para ver progresos reales y duraderos...tanto en nuestra evolucìón interior como en la petición misma de los decretos; no para que avancemos tres pasos y retrocedamos cuatro, sino para progresar en forma continua, aunque sean pequeños progresos.
Haciéndo uso del "Libre Albedrío", al ser constantes en la práctica de los decretos, seremos capaces de corregir algo en nuestro vida, en nuestro ser, en nuestra situación; debemos recordar que en cada decreto esta la maravillosa frase "YO SOY"....que como nos enseñara nuestro amado M. Jesùs...representa la autoridad misma de la Divinidad, asi caminaremos en la huella que nos dejara el M. Jesús...en la huella de los ángeles y seguiremos su ejemplo; al decir "YO SOY", estamos recordando la presencia Divina que habita en cada interior humano y en ello estamos haciéndo uso de nuestro "Libre Albedrío"
Sólo seremos capaces de sentir la presencia angélica verdaderamente, cuando la práctica de los decretos sea diaria y constante...y lo mismo es para conocer el uso de la Llama Violeta, y un decreto no puede ser conocido...si no es practicado.
Para aquellos que sientan afinidad con la metafísica es mi consejo de todo corazón.
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