¡En calidad de Hermano suyo, quisiera expresar la gratitud y bendiciones de la Hueste Ascendida de Luz para ustedes -individual y colectivamente- por ofrecernos una oportunidad de expandir la Luz de Dios que nunca falla a través de la atmósfera de la Tierra y dentro de la conciencia de todos los pueblos!
Es poco lo que la mente externa puede comprender de la Actividad del Cielo que se ha ocasionado por sus tremendos Llamados a la Luz y a la Vida a través de los años, lo cual ha puesto en movimiento las Huestes de Luz que, obedientes a dichos Llamados, son capacitadas para prestar un servicio a la Tierra que no se ha visto desde la última Edad Dorada de Perfección.
Una cosa es que los Hijos e Hijas de la Tierra prosigan con sus actividades asignadas en los Niveles Internos, y otra enteramente distinta es que la vida dentro de seres no-ascendidos reclame una intervención extraordinaria e intercesión de estos Seres en nombre de la humanidad y del planeta en sí. Todo Poder Maestro en el Universo ha crecido y expandido Su Luz a un alcance mucho mayor que el curso ordinario de la evolución espiritual lo hubiera permitido, porque USTEDES -valientes defensores de la Luz y Amigos de la Liberación- han reclamado de su Vida ciertas vertidas que requerían que cada Uno atrajera, enfocara y proyectara más y más Luz a través de Sus propias corrientes de vida. ¿Pueden ver, entonces, cómo ustedes han contribuido a la Evolución de las Huestes Angélicas? ¿Pueden sentir ahora cómo los amamos?
Arcángel Miguel
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