Los tratamientos y decretos deben ser energizados con amor en espera de todo lo bueno demandado, para que se realicen en bien y armonía.
Sucede con frecuencia, que no funcionan debidamente los tratamientos y decretos realizados con egoísmo en el corazón, con dureza y calificación negativa ni para aumentar las ganancias personales y propiedades.
Si actúan con amor, pureza de corazón y generosa impersonalidad todo lo demás les será dado por añadidura
Repetir sólo los tratamientos y decretos es letra muerta. La acción y la voluntad han de proseguir, la iniciativa, el discernimiento y la perseverancia.
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