¡Decretarás asimismo una cosa y te será firme! A cada momento todo hombre, o mujer crea su propio futuro. La vida, siendo un don de Dios, continuamente, actúa para llevar a cabo los deseos explícitos o implícitos del hombre.
Los pensamientos y sentimientos humanos son en sí mismos decretos, y producen, con certeza y con justicia, de acuerdo a su naturaleza, alegría o pesar, aunque viven en un océano de sabiduría, la mayoría de los hombres crean en la ignorancia. Sus vidas por consiguiente, son una mezcla tanto del bien como del mal, una caótica expresión de la llamada rueda de la fortuna.
Creyendo que tanto hombres como mujeres honrados, desean librarse, del cautiverio auto-impuesto y liberarse de pensamientos y sentimientos de infelicidad - por mucho tiempo soportados pero nunca curados - estoy ofreciendo estos decretos al mundo bajo el sol del amor y de la luz Divina. Su constante y fiel uso sembrará en la tierra siempre fértil de la consciencia humana, semillas de gracia y brotes de piedad. Estos a su vez, darán la cosecha de una nueva vida, una cosecha personal de armonía y abundancia, rápidamente realizada a tu llamado mediante el crecimiento individual y la expansión del Fuego Sagrada de Dios.
Como el bálsamo de Galaad, con estos decretos se ungirán las fatigadas almas de los Hijos de la Tierra y se unirán los corazones humanos con las Huestes Ascendidas, haciendo de lo humano y de lo Divino, una familia que establecerá para siempre la paz y la victoria con la luz de Dios que nunca falla.
Mientras te entrenas diariamente al ritual de la invocación y del decreto, acepta mi bendición personal que entiendo desde el retiro de la Voluntad de Dios, aquí en Darjeeling, en nombre de la Gran Hermandad Blanca, de corazón, cabeza y mano.
El Morya
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