1) Así como en el mundo ortodoxo rezan en la triple actividad de la Deidad "en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" asimismo nosotros hacemos nuestros decretos al menos tres veces, en nombre y autoridad del Amor, de la Sabiduría y del Poder, que es la triple actividad del Altísimo.
2) La repetición del decreto al menos tres veces por el ser externo (personalidad) de un individuo, indica que la conciencia externa del ser físico, la Conciencia del Santo Ser Crístico, de la cual el Amado Jesús habló de "el Mediador entre Dios y el hombre", y la omnipresente, omnipotente y omnisciente Conciencia del Ser Divino, la Presencia "YO SOY", están en un acuerdo y de acuerdo en traer adelante la misma manifestación. "La unión hace la fuerza".
Cuando se produce tal cooperación amorosa, esto significa que la personalidad se ha despertado espiritualmente lo suficiente para realizar y aceptar conscientemente la Verdad de que la vida de la personalidad es Dios-en-acción y, por tanto, es una parte muy real de la triple Naturaleza de Dios. Significa que la luz (el bien) de la personalidad (o ser externo) reconoce e invoca a la acción el mayor Amor Divino. Cuando la conciencia inferior invoca a la mayor por la asistencia que sea, la conciencia mayor SIEMPRE RESPONDE....¡al instante!.
3) Es ley que, a fin de traer a la manifestación externa, aquí en el mundo de apariencias físicas, aquello por lo cual invocamos, el ser externo del individuo (o grupo) que desea tal manifestación deba descargar de esta octava de expresión al menos, un tercio de la energía requerida en los Niveles Internos de conciencia para producir dicha manifestación. Los otros dos tercios de la energía requerida para tal producción será suministrado por la Hueste Ascendida. En vista de que el individuo promedio no descarga una gran cantidad de energía a través de su propio pensamiento, sentimiento y palabra hablada cuando hace un decreto, el repetir su decreto tres veces lo ayuda a acoplar mas rápidamente la energía necesaria que se requiere para la manifestación.
4) Aún otra razón para repetir los decretos al menos tres veces al tiempo, es que, de esta manera, los decretos de hecho ayudan a convencer a su personalidad de las verdades que estás proclamando, al escuchar estos decretos repetidos asi también como la eficacia del decreto grupal. El ser externo obtiene un sentimiento de confianza cuando ve y oye a otros ocupados en actividades similares a las propias. Si un individuo no tiene al principio mucha fe en sus decretos, aunque los esté haciendo solo, en la repetición de los mismos con sinceridad se encontrará comenzando a CREER EN SU DECRETO o afirmación de VERDAD (prescindiendo de toda apariencia). Luego, si permanece en ello lo suficiente, finalmente aceptará conscientemente esa Verdad con todo su corazón, y estará plenamente convencido de su realidad. Entonces su manifestación, decreto realizado, vendrá hacer aquí "Conforme a vuestra fe os sea hecho".
5) Al repetir un decreto se construye un pensamiento-forma bueno y fuerte, capa tras capa, como quien dice. Cada vez que emite el decreto, se crea un pensamiento-forma en la atmósfera. En vista de que "cada cual atrae a su igual" cada una de estas formas atraerá la próxima a ella, al tiempo que el mismo patron es repetido una y otra vez. Al principio el pensamiento-forma es mas bien vaporoso, pero a medida que capa tras capa de sustancia (energía descargada por el individuo cada vez que decreta) es calificada con el mismo patrón y añadida a la original, esa forma se hace cada vez mas fuerte y definitiva, y de convierte en el "cáliz" dentro del cual se vierte el sentimiento de fe y aceptación de los decretos. Se convierte entonces en algo viviente y, en obediencia a la palabra hablada, con autoridad de la Presencia "YO SOY", esa forma sale a la manifestación externa. Es que todo viene de lo invisible a lo visible. Todo comienza desde el UNO.
Recuerden...la actividad de decretar por cuenta propia o con otras personas es un tremendo privilegio del misericordioso Amor de Dios. Debería ser siempre una actividad de los más jubilosa y nunca debe considerarse como laboriosa o "tarea" de ninguna índole. Esta actividad permite que las promesas de Dios sean realizadas, ya que está de acuerdo con su Gran Ley. "Decreten algo y esto será hecho en ustedes", "invóquenme y Yo les responderé". La gratitud por tal oportunidad constituye la puerta abierta para cada vez mas bendiciones en su vida diaria.
MUY INTERESANTE ESTA PAGINA Y SUS ARTICULOS......ME HA ENCANTADO....GRACIAS
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